Qú y Qú editores salió de paseo a la 29° Feria del Libro.

Mucho se habló de los problemas entre la Cámara Chilena del libro y Editores de Chile respecto a las tarifas para arrendar espacios en la Feria del Libro, sin embargo, para mi sorpresa, estaban presentes editoriales de Editores de Chile como RIL, LOM, Aún creemos en los sueños, Pehuén, Liberalia y Forja. Me queda la duda, entonces, de cuáles fueron los mecanismos para llegar a un acuerdo –si es que lo hubo- y qué paso con el resto de las editoriales que se abstuvieron de ir.
En todo caso, más allá de las discordias, la feria presenta aquellos viejos vicios. Presentaciones de autores poco conocidos en Chile, que ante incómodos editores por la falta de público realizan charlas a una masa escasa y desinteresada, un pequeño espacio del pabellón destinado al “país invitado de honor” (Argentina) que hace inevitable preguntarse ¿qué diantres es eso de “invitado de honor”? ¿O realmente creen que poniendo un paupérrimo stand ganarán la atención de los hiperquinéticos paseantes?
Cosas destacables: las distribuidora de libros Fernández de Castro y sus exquisitos ejemplares Anagrama, en un amplio y tentador espacio. Oportunidades para comprar a precio de saldo, especialmente DEBolsillo (colección contemporánea, donde por 15 lucas y menos puedes adquirir a Coetzee, Aira y Beavoir al mismo tiempo), todo Vargas Llosa en tapa dura Alfaguara entre 4 y 5 lucas…y después dicen que leer sale muy caro!
Otro dato: en el Fondo Económico de Cultura ya llegaron los “Libros sobre libros” con títulos relacionados con el marketing editorial, cómo elegir títulos y levantar catálogos, manuales de edición, gestión de proyectos editoriales, reflexiones sobre el oficio editorial y hasta un manual para libreros…bello.
Los grandes de siempre no podían faltar, por lo que en los pasillos centrales se erigieron verdaderos “fuertes editoriales” donde Alfaguara, Planeta, Random House y FCE destacaron sus cartas más nuevas: Fogwill, Simonetti, Fuguet y otros sospechosos de siempre. Después de “los grandes” encontramos otras editoriales que destacaron más que por su monstruosidad por su calidad en los títulos: ediciones Mil Hojas tienes un atractivo catálogo, que va desde Foucault, Barthes, Deleuze, Bajtín, etc. las grandes obsesiones de todo lector compulsivo.
Observaciones y recomendaciones: Vaya temprano porque después de las 12:30 los coches son una cosa difícil de esquivar, al igual que los niños con pataletas tirados en el suelo y el “calor humano”. Además, vaya con dinero en efectivo porque muchas veces los descuentos corren con pago en efectivo o cheque.
Ahora nos queda esperar la feria de “la otra parte” es decir, de Editores de Chile que –creo- deben consolidarse y presentarse unidos en una feria aparte, con esto no me refiero a aquella feria de editoriales independientes que se realizó en el invierno en calle Villavicencio, debo decir que esa “feria” me dejó profundamente deprimida por lo paupérrima, aunque el esfuerzo debe rescatarse.
Eso por el momento, pronto, otras buenas nuevas.